jueves, 13 de mayo de 2010
La tierra de las mariposas
Nacemos, crecemos, nos adaptamos a nuestro entorno y de repente, como por arte de magia, volvemos la cara a quien nos vio nacer. Nuestra propia tierra. Tal vez sea el hecho de estar tan lejos, el que me devuelve la añoranza a soplos. Basta con observar una imagen o recordar un lugar de la infancia para sentir un escalofrío y ponerme a recordar. Lo que antes era para mi un lastre, se convierte hoy en algo único e irrepetible.
Leyendo la prensa esta mañana http://www.elmundo.es/elmundo/2010/05/12/castillayleon/1273683940.html tuve la oportunidad de tropezar con una singular pareja. Se trata de dos naturalistas que dedican su vida a estudiar las mariposas. ¿Imaginan su día a día?
Hasta hace no mucho tiempo, caí en la cuenta. Este curioso insecto no se encuentra en todas partes. Una maravilla de la naturaleza que por suerte, en Castilla y León abunda. Más de 180 especies distintas dan vida a la gran meseta y equilibran la salud de nuestro planeta.
Símbolo de feminidad, libertad y coquetería. ¿A quién no le gustaría ser mariposa? Volaría por unos instantes entre pinos y romero. Cruzaría el Duero para aterrizar entre los almendros en flor. Aquellos que de niña, me encantaba pintar, aquellos que me vieron crecer. Feliz día
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