miércoles, 3 de agosto de 2011

Un paseo por las estrellas


En un intento por emular al "Sembrador de Estrellas " de Kaunas, en Lituania, subí hasta el paraje de las Cañadas del Teide. Era una noche de cálida del mes de julio. La calima abrazaba a los santacruceros entre su manto blanco y atraída por el magnetismo de las estrellas partí por el camino serpenteante de La Esperanza. A medida que ascendía hasta el el cruce de Arafo, punto de encuentro con el resto de amigos, el fresquito comenzaba a notarse. Cuando llegamos al punto kilométrico fijado, las historias comenzaron a fluir.

Avistamientos, documentación gráfica y periodística... El sitio invitaba a compartir experiencias normales y paranormales. ¿Quién dice que lo que viví aquella noche fue fantástico? ¿Acaso no había tenido que soportar peores "historias para no dormir" en la calle de La Noria? El calor de una manta y un foulard a modo de pañuelo se convirtieron en mi único abrigo. El silencio era infinito y sólo las estrellas fugaces consiguieron estallar el Ohhhh!!!!!!!! del asombro.

Sin duda, el verano se convierte en la mejor época para disfrutar del encanto de los fenómenos astronómicos. Una enorme luna llena amenaza la lluvia de San Lorenzo. Así que, ¿por qué esperar? No hay tiempo que perder.

3 comentarios:

Alberto Hugo Rojas dijo...

GRACIAS POR ESTE PASEO POR LAS ESTRELLAS CON TANTA MAGIA. MIS SU BIDAS A TU TEIDE SOLO FUERON CON LA LUZ DEL SOL. EN MI BLOG PUBLIQUE ALGO DE LA ULTIMA VEZ QUE SUBI ESPERO ALGUN DIA PODER IR EN PLENA NOCHE. NO SE SI SE PODRA DAR EN ESTA OCASION PUES PASARE ALGUNOS DIAS EN TU ISLA.
QUE TENGAS LINDO MES DE AGOSTO SI TOCAN VACACIONES SE MUY FELIZ

Anónimo dijo...

Me ha parecido muy bonito ese paseo estelar. Me ha traído recuerdos de algo parecido que hacía yo hace tiempo también intentando escapar del mundanal ruído.
Solía ir a un lugar cerca de mi casa pero aislado, un área de descanso al lado de la nueva carretera que tiene un mirador hacia un río y su valle. Allí estacionaba el vehículo y solamente me acompañaban las estrellas, la radio y un poco de calefacción en invierno porque echaba un buen rato e incluso dormía, era una medicina. Era mi manera de buscar mi soledad y soñar con mundos extraños para evadirme de lo que no me gustaba.
Pero ese lugar está allén de los mares y aquí subir al Teide se hace un poco lejos y hacerlo solo hasta da cosa........pero tengo que animarme y recuperar aquella costumbre.
La verdad es que no frecuento mucho los bloggs, he entrado de rebote, bueno no tanto, es que siempre trabajo de 8 a 15 y estos días estoy de permiso y te he visto en "Buenos días" y google me ha traído aquí.
Espero que hagas más subidas, feliz subida.
P.D. Quisiera firmar pero no tengo url y no me deja poner el correo.

Canto Marbán dijo...

No hay que perder los buenos hábitos y más ahora, que el tiempo acompaña. Es un placer poder disfrutar de lugares así. No olvides ser feliz...